Seleccionar página
Nuestra Señora de las Candelas

Nuestra Señora de las Candelas

Todo empezó poco a poco, sin darnos cuenta. Yo llegaba a casa casi a las ocho de la tarde. Nos separaba una calle: Nuestra Señora de las Candelas. Nos mirábamos desde nuestros balcones con timidez y curiosidad. Los aplausos nos ayudaron a coger confianza.

Al ritmo de la música que él ponía, fuimos conociéndonos. Una noche bailamos bachata desde la distancia.

Avanzamos cuando me escribió su número de móvil en un cartel.

Y todavía hoy, cuando oímos aplausos, nos miramos a los ojos y nos perdemos…

Caricias

Caricias

Y a pesar de todo este tiempo sin disfrutar de una caricia, siento deseo… Y sonriendo, pienso: estoy viva… Y eso me reconforta.

Mi ventana

Mi ventana

Desde la ventana de mi dormitorio de verano, marinero y salado, Marruecos al fondo, contemplo los atardeceres de este agosto extraño y diferente. Confinada y asustada.

 

Esta web utiliza cookies propias para su correcto funcionamiento. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Más información
Privacidad