Los directores de empresas y representantes del sector de Turismo se sintieron ofendidos porque desde el Gobierno se dijo una gran verdad: que este sector ofrece generalmente puestos de trabajo precarios y de escasa calidad. Y es así. Son muchos los profesionales que se dedican a este ámbito en puestos intermedios y altos. Con carreras universitarias, idiomas, másteres y experiencia profesional en el extranjero. Y es muy complicado conseguir un puesto de calidad y bien remunerado. Ésa es la cruda realidad, otra cosa es que se quiera ocultar.